¿Qué es un seguro de inversión?
El seguro de inversión es un producto financiero que aunque se denomina seguro es más parecido a los modelos bancarios para rentabilizar los ahorros. Su estructura es prácticamente la misma, pero con la diferencia que genera una rentabilidad que en estos momentos es más generosa que la derivada de los depósitos bancarios a plazo. Porque se trata de unas herramientas que están diseñadas para asegurar su dinero y que además proporcionan un rendimiento a través de los años. De todas formas, es mejor invertir a largo plazo para obtener un rendimiento mayor.
Se constituyen como un modelo de ahorro que puede sustituir a partir de estos momentos a los tradicionales productos financieros basados en la renta fija. Como por ejemplo, imposiciones a plazo fijo, pagarés bancarios y en algún que otro caso también a las cuentas de alta remuneración. De cualquier forma, para contratarlos no hay que dirigirse a las entidades bancarias, si no que por el contrario están comercializados por las compañías de seguros. Esta es una sustancial diferencia respecto a los otros modelos de inversión.
Por otra parte, los seguros de inversión es un producto que en todos los casos ofrece una rentabilidad fija y garantizada todos los años. No es muy alta, pero permite ir creando poco a poco una bolsa de ahorro a través de los años. Se denomina seguro de inversión pero también son conocidos como seguros de ahorro porque su fundamento es potenciar este importante aspecto de la economía doméstica por encima de otras consideraciones técnicas. No es un formato homogéneo sino que puedes elegir entre diferentes alternativas que han diseñado las aseguradoras.
¿Cómo son?
Los seguros de inversión o ahorro son pólizas en las que se garantiza una rentabilidad asociada a un capital que será depositado durante un periodo de tiempo previamente establecido. Este capital inicial y los beneficios obtenidos los puedes recuperar en el preciso momento en que termine este periodo de tiempo. En donde están caracterizados porque admiten la posibilidad de que puedas realizar nuevas aportaciones al capital inicial hasta que finalice el tiempo establecido. En función de los ahorros que tengas en tu cuenta corriente y del nivel de aceptación que tengas de este producto financiero.